lunes, 24 de julio de 2017

Celsius 232 2017

Hola de nuevo, soñadores.

Hoy vuelvo con las pilas bien cargadas después de mi paso por el Celsius 232. No solo han sido dos días maravillosos (por desgracia, solo he podido ir a la mitad del evento) por el hecho de poder conocer nuevos autores y lecturas y reencontrarme con personas maravillosas. Otra de las cosas buenas que he sacado ha sido poder desconectar un poco e ilusionarme de nuevo con la escritura. Había vuelto a escribir, pero el hecho de ver a gente con tu misma pasión y ganas te da incluso más energía. Gracias a todos por hacerlo posible.

Este año he asistido a muchas charlas y me han encantado. La primera de ellas (el viernes día 21) ha sido la de María Angulo y su novela El Gen Alexander , una historia de suspense médico que no dejará a nadie indiferente. La vida eterna y un pasado oscuro son los protagonistas de esta obra. Poco después Francisco Miguel Espinosa nos hablaba de su carrera por la vía láctea y su teoría sobre el futuro con Reyes del cielo. 

Después de que terminar la charla disfrutamos del final del debate Nuestros 40 años de rol, con Dhaunae de Vir, Juan Carlos de Ediciones Sombra y Jorge Etchegoyen. Fue muy interesante hablar con ellos y descubrir que se espera en el futuro de esta afición tan querida para mí. Poco antes de comer escuchamos a Mayte Navales hablarnos de su novela La última bruja, donde se tratan (entre otras cosas) un tema tan interesante como los nombres y su poder, la brujería y la Edad Media. 

Tras comer en una zona cercana y aprovechar para que el fantástico David Lozano me firmara mi ejemplar de Valkiria tocó el turno de los autores internacionales y disfrutamos de la charla de Ian McDonald, que trajo el segundo volumen de su saga Luna. En esta ocasión Luna de Lobos. Estas novelas nos hablan sobre la dura lucha de cinco grandes familias en la Luna. Allí, la vida es diferente a la que tenemos en la Tierra y donde todo se paga. 

lunes, 17 de julio de 2017

Pequeña pincelada de mi nuevo proyecto

¡Hola a todos!

Esta semana tiene toda la pinta de ser una muy interesante. Los próximos viernes y sábado estaré en el Festival Celsius (seguramente os haga una pequeña crónica del evento a lo largo de la semana que viene) y sigo con la jornada intensiva, lo que se agradece para avanzar con mi novela. 

La verdad es que la he retomado con ganas y con muchas ideas en la cabeza. Espero (si todo sale bien) tenerla finiquitada para octubre o noviembre. Aunque soy realista y sé que todo dependerá del trabajo, de mis lectores beta y de las musas. 

Sin desvelaros mucho, os diré que se trata de una novela bastante diferente tanto a El Guardián entre los mundos como a Programa Lázaro. Mientras que estas dos historias entran en los géneros de la fantasía y la ciencia ficción, respectivamente, lo que tengo entre manos es contemporáneo. 

lunes, 10 de julio de 2017

A motivarse

Ya es lunes y para recuperar la costumbre regreso con una nueva entrada en la que os volveré a poner un tema encima de la mesa. En esta ocasión me gustaría hablaros de algunas de las aficiones que más me motivan a la hora de escribir. Me encantaría saber qué os gusta hacer a vosotros en vuestro tiempo libre, así que no dudéis en dejarme un comentario. ¡Será un placer leerlo!

Una de las cosas que más me gusta hacer (además de escribir, pasar el tiempo con mi pareja, familia y amigos) es leer. Nos pasa a muchos escritores. Vemos como lo hacen otros, como nos deleitan con sus historias, y llegamos a la conclusión de que a nosotros también nos gustaría hacer algo semejante. Hay libros que se graban tan a fuego en tu piel que se convierten en inspiración. En mi caso, uno de mis libros favoritos es El Ocho de Katherine Neville. La capacidad que tiene la autora estadounidense de mezclar historias en el pasado y en el presente y hacer ambas igual de fascinantes es todo un logro. Su capacidad para crear personajes (no olvidemos que Neville es la mamá de mi adorado Alexander Solarin) también me enganchó muchísimo.

miércoles, 5 de julio de 2017

Regreso con fuerzas renovadas

Hola, soñadores.

Antes de empezar me gustaría disculparme por haberos tenido tan abandonados. Pero el trabajo (que empecé hace casi cuatro meses) así como otras obligaciones diversas me han separado del ordenador más de lo que me habría gustado. De hecho, no escribo desde mayo y eso no puede ser. A ver si poco a poco retomo el ritmo. En agosto, probablemente, vuelva a estar desconectada, pero de momento vuelvo por estos lares.

Lo primero que me gustaría deciros es que aunque tenga menos tiempo para escribir (es una lástima, pero las cosas me temo que son somo son) sigo escribiendo relatos y dándole vuelta a mil historias. El Guardián entre los mundos sigue estando en el mercado (podéis haceros con él en Entrelineas Editores) y espero tener terminada para después del verano la novela en la que actualmente trabajo. Como veis, sigo adelante. Sin desesperar.

Imagen obtenida de la web de Celsius 232
Por otro lado, el verano está siendo movido. En el buen sentido. Por una parte, estoy intentando ponerme al día con el horario veraniego. Y por otro, acudiré al Festival Celsius de Fantasía y Ciencia Ficción. No lo haré como escritora, pero al menos podré conocer a algunos autores y hacerme con novelas de ambos géneros. Como ya sabéis, a mí me gusta más la fantasía, pero siempre estoy abierta a nuevos retos.

Tengo muchas ganas de ir, porque visito la tierra de una amiga a la que adoro y a la que, por desgracia, veo menos de lo que desearía. Además, en agosto estaré de vacaciones (creo que Internet será escaso) pero no dejaré de trabajar en mis historias. Gracias al horario de verano puedo volver a dedicarles más tiempo y la verdad es que estoy encantada.

Playa de El Castillo (Camposoto), en San Fernando (Cádiz)
Espero que todos vosotros os encontréis bien, disfrutando del verano. 
¡Gracias por todo!