A pesar de ser lunes, esta semana es más llevadera gracias a las dos fiestas que celebramos. Así que lo mejor que podemos hacer es animarnos y para ello, nada mejor que afrontarlo con una
buena dosis de libros. En este caso no os contaré nada de
El Guardián entre los mundos (algunas personas siguen interesadas en hacerse con él y estoy muy contenta), sino que os hablaré de unos lugares mágicos para los amantes de la literatura. Se trata de las
bibliotecas.
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Imagen obtenida de la web de La Biblioteca de Cádiz |
Antes de mudarme a Madrid, cuando aún vivía en San Fernando, me encantaba ir a la Biblioteca Provincial de Cádiz. Reconozco que fueron las primeras instalaciones de este tipo que visité de modo asiduo. Aún conservo mi carnet (creo que lo tengo en una caja llena de recuerdos que oculto en mi armario) y me acuerdo las horas que pasaba allí escribiendo, leyendo o simplemente paseando entre las estanterías. Conocí muchos autores gracias a este mágico local y recuerdo con especial cariño a algunos de los libros que saqué de allí: Niyura, la corona de los elfos de Jenny-Mai Nuyen, Corazón de perro de Dionisio Cañas o El techo del mundo y Los ojos de Buda de José Frèches.
Es un edificio bastante grande, donde muchos estudiantes se pasan las horas trabajando y otras tantas personas leyendo. El trato es exquisito y tanto la ubicación de la biblioteca, se encuentra en la Avenida Ramón de Carranza 16, y como las instalaciones son bastante cómodas y asequibles. Si alguna vez pasáis por Cádiz y queréis disfrutar de un poco de descanso tras haber visto las bondades de la ciudad, os la aconsejo sin género de dudas.