A pesar de ser lunes, esta semana es más llevadera gracias a las dos fiestas que celebramos. Así que lo mejor que podemos hacer es animarnos y para ello, nada mejor que afrontarlo con una buena dosis de libros. En este caso no os contaré nada de El Guardián entre los mundos (algunas personas siguen interesadas en hacerse con él y estoy muy contenta), sino que os hablaré de unos lugares mágicos para los amantes de la literatura. Se trata de las bibliotecas.
Imagen obtenida de la web de La Biblioteca de Cádiz |
Antes de mudarme a Madrid, cuando aún vivía en San Fernando, me encantaba ir a la Biblioteca Provincial de Cádiz. Reconozco que fueron las primeras instalaciones de este tipo que visité de modo asiduo. Aún conservo mi carnet (creo que lo tengo en una caja llena de recuerdos que oculto en mi armario) y me acuerdo las horas que pasaba allí escribiendo, leyendo o simplemente paseando entre las estanterías. Conocí muchos autores gracias a este mágico local y recuerdo con especial cariño a algunos de los libros que saqué de allí: Niyura, la corona de los elfos de Jenny-Mai Nuyen, Corazón de perro de Dionisio Cañas o El techo del mundo y Los ojos de Buda de José Frèches.
Es un edificio bastante grande, donde muchos estudiantes se pasan las horas trabajando y otras tantas personas leyendo. El trato es exquisito y tanto la ubicación de la biblioteca, se encuentra en la Avenida Ramón de Carranza 16, y como las instalaciones son bastante cómodas y asequibles. Si alguna vez pasáis por Cádiz y queréis disfrutar de un poco de descanso tras haber visto las bondades de la ciudad, os la aconsejo sin género de dudas.
Imagen de la web del Centro Cultural El Madroño |
Ya ubicada en Madrid, volví a sentir la necesidad de encontrar una biblioteca en la que poder disfrutar de la lectura, la escritura e incluso de la navegación por Internet. Pues al principio de vivir aquí no teníamos ningún servicio contratado. La elegida fue la que se ubica en el Centro Cultural El Madroño, en la Calle Villardondiego, 36, en el barrio de Vicálvaro.
De esta biblioteca me gustaría recalcar lo acogedora que es. No sólo por el trato cálido de sus trabajadores, que te hacen recomendaciones y debaten contigo sobre literatura, sino por su arquitectura. La forma circular de ésta tiene un especial efecto sobre mí. Me hace sentir cómoda y de ahí que decidiese sacar algunos libros, dvd y hasta manga de este lugar. Gracias a esta biblioteca pude leer Mandrágora de Laura Gallego García o B't X de Masami Kurumada.
Actualmente, y después de haber estado un tiempo ausente del maravilloso mundo de las bibliotecas he vuelto a hacerme un carnet y he empezado a hacer uso de él. De momento he leído Ciudad sin estrellas, de Montse de Paz, pero también tengo en casa Sentido y Sensibilidad de Jane Austen, La tía Tula de Miguel de Unamuno y El cuaderno de Noah, de Nicholas Sparks.
Mi regreso a estos lugares tan hermosos ha sido gracias a la Biblioteca Municipal Santiago Amón situada en la Plaza Pablo Casals, 1, en Leganés. Se encuentra en un edificio que también alberga una escuela de música es un lugar lleno de encanto, caliente en invierno en el que no puedes evitar perderte entre las estanterías. No está mal ubicado y además siempre hay vida en su interior.
Imagen sacada del portal del Ayuntamiento de Leganés |
¿A vosotros os gustan las bibliotecas? No dudéis en contarme cuáles son vuestras favoritas y que libros que hayáis sacado de ellas son a los que más cariño les tenéis.
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