Vuelvo con la actualización de los lunes. Lo cierto es que para mí es una manera muy positiva de empezar la semana y espero que para vosotros también lo sea. Hoy he decidido que iba a contaros un pequeño detalle sobre mí: me encanta caminar. Intentó hacerlo de lunes a viernes para descansar un poco el fin de semana. Desde hace unos meses tomé la decisión de ponerme en forma y en andar he encontrado mi actividad predilecta.
Suelo caminar unos seis kilómetros al día más o menos, a veces son más, pero intento ceñirme más o menos a eso. No es que me haya convertido en una adicta al deporte, pero el hecho de esforzarme un poco me hace sentir muy vital, la verdad. Además, he perdido un poco de peso y mi mente me lanza muchas ideas para nuevos proyectos. Es toda una gozada.
Y hablando de nuevos proyectos, sigo con el libro que tenía en mente. Ya llevo unos ocho capítulos de Programa Lázaro, la novela y sigo adelante, aunque precisamente en estas caminatas se me ha ocurrido una idea para otra historia que me ha llegado sin avisar y me ha enganchado, sinceramente. No tiene nada que ver con mi estilo de siempre ni con mi género, que es la fantasía urbana, pero no he querido dejar pasar la oportunidad.
No os daré muchas pistas, tan sólo os diré que retengáis en mente tres nombres de tres amigas muy diferentes entre ellas: Tessa, Claudia y Loo. En próximas entregas os contaré algo más de estas mujeres y de su día a día, sus problemas y su amistad. Mientras tanto, podéis haceros con mi primera novela, El Guardián entre los mundos, en los puntos de venta habituales. Recordad que leer es uno de los grandes placeres. Yo, lo llevo a la práctica cada día.
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