¡A menos de una semana del Día del Libro, soñadores!
Tanto para lectores como para escritores es uno de los mejores días del año. Aunque se ha generalizado regalar libros a tus personas cercanas (tu pareja, tus padres o tus hermanos, tus amigos lectores...) la tradición dicta que los hombres reciban al amigo con letras y las mujeres las flores. En mi caso, soy más del papel, la verdad.
Sant Jordi se celebra de manera especial en Cataluña, sobre todo en Barcelona, donde se montan tenderetes con rosas y libros. Las editoriales, los autores, los lectores y los floristas se pasean por la concurrida ciudad condal el 23 de abril y llenan de jolgorio sus calles.
Han sido varias las razones para adquirir esta curiosa costumbre. Por un lado, es el día de San Jorge (patrón de la ciudad desde el siglo XV), hay que recordar su hazaña con el dragón. Por otra, la antigua costumbre medieval de visitar la capilla del santo para realizar una feria de rosas. Todo ello se ha unido para crear esta preciosa tradición que actualmente incluye una visita a la Generalitat.
También se decidió que fuera ese día por razones de tipo literario. Os invito a saber más visitando El Desván de Casiopea y Andrómeda, blog que tengo a medias con mi mejor amiga. Por mi parte, es un día señalado por razones de tipo personal: mi padre murió un 23 de abril de hace seis años y me cuesta celebrar el Día del Libro en esa fecha. En cualquier caso, os deseo lo mejor a todos para este domingo.
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