Muy buenas, soñadores. Esta semana no he podido teneros la entrada el lunes, pero he decidido cambiarla de fecha en lugar de suprimirla. La verdad es que está siendo (dentro de lo que cabe) una buena semana. Incluso he ido al cine a ver Animales fantásticos: los crímenes de Grindelwall. Y es precisamente el visionado de esta película lo que me ha hecho elegir el tema de la semana. En esta ocasión me gustaría hablaros de asertividad y empatía.
Sí, es un asunto un tanto diferente a los que os tengo acostumbrados, pero me apetece mucho reflexionar al respecto. Aunque más que de estos dos conceptos, escribiré sobre la falta de ellos, cosa que vemos en esta película. En mi opinión, el personaje de Credence es un incomprendido. Nadie intenta ponerse en su lugar o demostrarle simpatía. Es como si por ser como es (de lo que no hablaré para evitar spoilers) no tuviera derecho al cariño o a la compañía. Creo que todo el mundo debería poder disfrutar del amor de sus seres queridos.
En cuanto a la asertividad... ¿es un concepto muggle o es que David Yates no ha tenido intención de incluirla en su película? Los personajes defienden sus argumentos, ¡vaya si lo hacen! pero nunca de un modo sano. Existe la efectividad, nada más hay que ver lo popular que es Grinderwall, pero ninguno tiene la capacidad de comunicar y defender sus ideas con respeto por los demás. El equipo G quizás no lo necesite porque son los supuestos malos. Pero el otro bando debería ser, en teoría, de otra manera.
Llevando estos conceptos a nuestra sociedad tampoco es que abunden. Dar una opinión dejando al otro en ridículo, imponer una forma de pensar determinada o menospreciar pensamientos que no sean los propios es algo del día a día. Todos los vivimos y es una lástima. Ojalá fuera simple ficción como en la nueva obra del universo de Harry Potter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario